Miénteme bonito
Pirita, segunda muestra individual de Jaime Alvarado, nos sorprende con pintura al óleo, banderines y obras de papel sobre papel. Esto es el resultado de un riguroso sistema de trabajo consistente en dibujar, en un Ipad, muchísimas versiones de una imagen hasta llegar a la definitiva para luego elegir sus colores en el limitado repertorio de papeles libres de ácido de una librería.
Los planos de tonos vibrantes cortados con la precisión del bisturí, delineados en papel negro (Hard Edge) nos recuerdan al cómic y a la imagen mediada por una pantalla o una impresión a gran escala. El método utilizado otorga varios filtros en donde la mano, materialidad y organicidad están aparentemente ausentes.
En esta muestra nos encontramos con algo que es y que no es. Estas obras parecen serigrafías, aparentan impresiones digitales, pero no lo son. Tal como la pirita que semeja oro, pero tampoco lo es.
Las obras de Alvarado mantienen la frescura y expresividad del boceto inicial a mano alzada y nos entrega una gozosa imagen que recuerda monitos animados, envases de helados, revistas para colorear, banderas y un sin fin de elementos que activan un lenguaje primario que otorga una segunda mirada a los banderines del artista (Urra Tigre 2021 - MAC 2023) que, en una economía de medios, destaca la agudeza y sensibilidad de sus elecciones.
Coquetea también con otros mundos y, por primera vez en diez años, la figura humana se adivina esbozada en un conjunto de cuelgas de colores. Nos lleva entonces a otro universo, uno más intuitivo y suelto que se relaciona con su trabajo anterior en pintura al óleo en el que la materia y la organicidad son el principal componente.
Los años de televisión y de álbumes de pegatinas se adivinan en Alvarado -nacido a finales de los 80- amante de la música y agudo cazador de símbolos e imágenes que se mantienen solapadas en nuestra ciudad y su cultura.
En un mundo de emblemas, estandartes y polarizaciones ¿qué son estos artilugios que, en vez de ser colgados o enarbolados como consignas, aparecen como inofensivos remolinos de plaza? Sospecho que hay algo escondido, que un disfraz de Bob Esponja esconde a un ladrón de imágenes, a un subversivo agente social que viene a recordarnos que desde la observación sostenida de las cosas y gozando del serio trabajo acometido, puede ofrecer una nueva y fresca versión de lo pop.
Paula Subercaseaux, artista visual.
Pirita, segunda muestra individual de Jaime Alvarado, nos sorprende con pintura al óleo, banderines y obras de papel sobre papel. Esto es el resultado de un riguroso sistema de trabajo consistente en dibujar, en un Ipad, muchísimas versiones de una imagen hasta llegar a la definitiva para luego elegir sus colores en el limitado repertorio de papeles libres de ácido de una librería.
Los planos de tonos vibrantes cortados con la precisión del bisturí, delineados en papel negro (Hard Edge) nos recuerdan al cómic y a la imagen mediada por una pantalla o una impresión a gran escala. El método utilizado otorga varios filtros en donde la mano, materialidad y organicidad están aparentemente ausentes.
En esta muestra nos encontramos con algo que es y que no es. Estas obras parecen serigrafías, aparentan impresiones digitales, pero no lo son. Tal como la pirita que semeja oro, pero tampoco lo es.
Las obras de Alvarado mantienen la frescura y expresividad del boceto inicial a mano alzada y nos entrega una gozosa imagen que recuerda monitos animados, envases de helados, revistas para colorear, banderas y un sin fin de elementos que activan un lenguaje primario que otorga una segunda mirada a los banderines del artista (Urra Tigre 2021 - MAC 2023) que, en una economía de medios, destaca la agudeza y sensibilidad de sus elecciones.
Coquetea también con otros mundos y, por primera vez en diez años, la figura humana se adivina esbozada en un conjunto de cuelgas de colores. Nos lleva entonces a otro universo, uno más intuitivo y suelto que se relaciona con su trabajo anterior en pintura al óleo en el que la materia y la organicidad son el principal componente.
Los años de televisión y de álbumes de pegatinas se adivinan en Alvarado -nacido a finales de los 80- amante de la música y agudo cazador de símbolos e imágenes que se mantienen solapadas en nuestra ciudad y su cultura.
En un mundo de emblemas, estandartes y polarizaciones ¿qué son estos artilugios que, en vez de ser colgados o enarbolados como consignas, aparecen como inofensivos remolinos de plaza? Sospecho que hay algo escondido, que un disfraz de Bob Esponja esconde a un ladrón de imágenes, a un subversivo agente social que viene a recordarnos que desde la observación sostenida de las cosas y gozando del serio trabajo acometido, puede ofrecer una nueva y fresca versión de lo pop.
Paula Subercaseaux, artista visual.