El trabajo de Caiozzama nos invita a reírnos del mundo en el que vivimos usando el lenguaje de masas para ensamblar una sátira.

El trabajo de Caiozzama nos invita a reírnos del mundo en el que vivimos usando el lenguaje de masas para ensamblar una sátira. En su obra se presenta con ironía el tópico, elevando muchas veces el carácter de éste hasta lo ridículo, logrando que el uso de figuras religiosas junto a elementos de la contingencia nos interpele directamente, haciéndonos preguntar a quien le “prendemos velas” en el periodo actual: ¿A alguna gran potencia mundial? ¿A la sociedad de consumo? ¿A una empresa? ¿A una red social? ¿A un like?

En la calle, las obras de Caiozzama se construyen mediante el paste up, sin preparación del soporte y nutriéndose por el contexto en el que se emplazan, dando la posibilidad de que el trabajo se complete o no con la intervención activa o pasiva del espectador. En sus exposiciones, el artista toma la decisión de reinterpretar sus obras desde el collage, incorporando elementos de sus trabajos anteriores; “cortándolos” del Street art y pegándolos en la galería.

El collage, como técnica que unifica elementos descontextualizándolos, busca que tomemos distancia de la contingencia y los posibles escenarios para emplear una crítica a la sociedad de consumo. La reinterpretación del paste up al collage se presenta como una oportunidad de inmortalizar lo hecho en la calle, y a su vez, de recontextualizarlo dentro de la galería. Esta operación nos obliga a pensar como la calle entra a estos espacios, mientras la galería cuestiona los límites de la puesta en escena y el soporte. Finalmente, nos queda por reflexionar cómo el acto performativo de completar la obra en la calle reaparece en la galería de una manera lúdica, imitando irónicamente el glamur de la institución artística.

Texto
Benjamín Arancibia